José Mourinho está acostumbrado a vivir permanentemente bajo el escrutinio de cientos de cámaras y flashes. Pero parece claro que el precio de la fama se sobrelleva mejor en unos sitios que en otros. En una entrevista en Sky Sports el técnico portugués da a entender que no asimila sus primeros meses en Manchester como máximo responsable del United. Vive solo, sin su familia que sigue en Londres, y lo hace en un hotel, el The Lowry, cuyas puertas están atestadas de fotógrafos que vigilan cada uno de sus movimientos. Así, Mourinho no duda en afirmar que su vida en Manchester es «un desastre»: «Para el hotel y la marca de ropa que me patrocina es genial tener a los paparazzi siguiéndome todo el día. Todo el mundo conoce el nombre del hotel y se entera de los últimos lanzamientos de la marca. Pero para mí es un desastre. A veces quiero salir a caminar un poco y no puedo. Sólo quiero cruzar el puente e ir a un restaurante, pero no puedo».
Mourinho admite que por primera vez él y su familia deben seguir caminos diferentes: «Mi hija tiene 20 años y mi hijo, 17. En Londres están asentados: universidad, fútbol, amigos… Están en una edad en la que no pueden seguirme como lo hacían antes».
Aunque lleva meses viviendo en un hotel, Mourinho no descarta trasladarse a un apartamento. «Uno pequeño, no una de esas grandes casas donde dice la Prensa que me voy a mudar. Uno que tenga acceso directo desde el garaje al apartamento», bromea.
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