La compañía de telecomunicaciones Verizon obtuvo un beneficio neto atribuido de 3.620 millones de dólares (3.296 millones de euros) al cierre del tercer trimestre de su ejercicio fiscal, lo que implica una caída del 10,4% con respecto al mismo periodo de 2015, informó la multinacional.
Los ingresos operativos de Verizon entre julio y septiembre alcanzaron un total de 30.937 millones de dólares (28.170 millones de euros), un 6,7% menos que un año antes, una cifra menor a lo que esperaban los analistas: 31.140 millones de dólares. Se registró un retroceso del 7,1% de la facturación por servicios y una bajada del 3,9% en los ingresos por equipos inalámbricos.
Con respecto a su número de abonados, la compañía ha explicado que sus clientes de con contrato mensual a cierre de 30 septiembre era de 442.000 suscriptores, una cifra mucho menor de la que esperaban los analistas, que esperaban 766.300 clientes.
En un «entorno difícil», Verizon ha mantenido la flexibilidad financiera para invertir en sus redes, así como en innovación y para incrementar el dividendo por décimo año consecutivo, destac el presidente y consejero delegado de Verizon, Lowell McAdam.
En el conjunto de los nueve primeros meses del ejercicio fiscal, Verizon obtuvo un beneficio neto atribuido de 8.632 millones de dólares (7.860 millones de euros), un 30,9% menos que un año antes, mientras su cifra de negocio operativa disminuyó un 3,8%, hasta 93.640 millones de dólares (85.265 millones de euros).
Por su parte, la deuda a largo plazo de Verizon a 30 de septiembre ascendía 102.739 millones de dólares (93.553 millones de euros), un 0,5% menos que a cierre de 2015.
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