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La carta que Kate del Castillo publicó sobre su encuentro con El Chapo

LA ESQUINA DE MANUEL NUÑEZ

La actriz, hacia la cual pesa una orden de detención en México, ha publicado en la revista Proceso una carta escrita de su puño y letra donde revela los detalles más desconocidos de su relación y su cita con el narcotraficante mexicano: «Me atravesaba con la mirada, me sentía morir».

«Mi corazón se paró por unos segundos antes de empezar a batir a una velocidad increíble. Creo que de hecho tuve un mini-infarto. Empecé a sudar, palidecí, mis manos temblaban» escribe Kate del Castillo sobre la primera vez que contactaron con los abogados de Joaquín El Chapo Guzmán.

Tres años antes, una serie de tweets de la actriz a favor del narco habían desatado una multitud de críticas en suelo mexicano: «Señor Chapo, ¿no estaría padre que empezara a traficar con el bien? Anímese Don, sería usted el héroe de héroes, trafiquemos con amor, usted sabe cómo», decía en 2012.

Estas alabanzas influyeron en El Chapo, quien ordenó a dos hombres de su confianza reunirse con la actriz en Toluca. Éstos, a su vez, le transmitieron las intenciones de El Chapo sobre realizar una película sobre su propia vida, proyecto que quería dejar en manos de ella: «El señor Guzmán rehusó darle los derechos a todos? excepto a mí. ¡¿A mí?! Darme los derechos de su vida? ¡¿A mí?! ¿Por qué yo?, les pregunté. ?Porque la admira, la respeta y confía en usted plenamente. Le tiene respeto porque usted habla la verdad, no se anda con poses, por ese tuit donde a él lo menciona, porque es valiente y porque quiere que actúe en su película, ya que le gustó mucho su trabajo en La Reina del Sur».

El trato quedó cerrado y meses después El Chapo escapó de prisión, algo que Kate recuerda como una «invasión de electricidad en las manos y los pies». En aquellos momentos, «el señor quería que yo siguiera adelante con el proyecto», cuenta. Por ello, Del Castillo contactó con Sean Penn, «un filántropo, un activista, un ser humano de mirada limpia y transparente», y preparó con los abogados del prófugo un encuentro en el más estricto secreto: «Tenía en mis hombros un peso gigante. Estaríamos visitando al prófugo número uno, gracias a la confianza que depositó en mí. ¡¡¡Qué presión tan cabrona!!!», desvela.

Y por fin, Kate y El Chapo Guzmán se encontraron cara a cara: «Cuando finalmente le vi el rostro no lo podía creer, en verdad era él. Ya era de noche. De ahí en adelante no pude quitar mi mirada del hombre que se había escapado por segunda vez de un penal de máxima seguridad».

A diferencia del resto de la narración, la descripción del encuentro es breve y tan solo se detiene a relatar el momento que el narco le acompañó a dormir: «Caminamos por un pasillo, él me tomó del brazo. El corazón me latía a una velocidad que no sabía que era posible. En ese corredor, mientras me llevaba del brazo de Joaquín Guzmán Loera, no sé dónde me salió valor para hablar: ?Amigo, no se te olvide lo que te pedí en mi tuit, tú puedes hacer el bien, eres un hombre poderoso?. Él me veía con esa mirada penetrante que me atravesaba el cráneo. Tal vez mi voz estaba firme, pero todo dentro de mí temblaba, me sentía una nada. Su mirada, que no me había quitado de encima, se clavó aún más en la mía. Mini-infarto, me quería morir. Segundos que parecieron eternos, hasta que me contestó: ‘Amiga, tienes un gran corazón, eso me parece muy bien’. Yo seguía temblando por dentro, su mano en mi brazo me sirvió para no desvanecerme. Me abrazó y se fue».

A la mañana siguiente, Kate regresó a Estados Unidos, tiempo en el que ya comenzó la verdadera pesadilla, la pretendida persecución del Gobierno y la «manipulación» de sus mensajes con El Chapo. Ahora la actriz vuelve para contar su verdad: ha cerrado una entrevista en The New Yorker, su relato en Proceso y una pronta aparición en una cadena estadounidense. Kate palpita de nuevo.

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