Aunque en principio Isabel Pantoja recibió la
noticia con serenidad(su ingreso a la cárcel, horas más tarde cambio su versión: ella estaba desolada y no entendía por qué se había convertido en el chivo expiatorio, según su representante, José Ángel Galán.a,
La tonadillera se encuentra ahogada entre las hipotecas de sus propiedades y los embargos de Hacienda (pese a tener comprador no puede vender su residencia La Moraleja)y sin las entradas de sus conciertos, en sus casa nadie podrá pagar una deudas que inevitablemente irán a más. Hay que vender todo, contar con liquidez y pagar lo que le ha marcado el juez.
El 23 de octubre Pantoja deposito 100,000 euros del 1,147,000 euros de multa, pero el dinero no es la única preocupación, su madre tiene problemas de salud, jamás se perdonaría que le pueda ocurrir algo a doña Ana estando ella entre rejas. La señora desconocía la gravedad de la situación. Y siguen los problemas, Isabel ha dado orden a sus abogados para que sigan peleando en los juzgados por la custodia de sus nietos, el niño de Kiko con Jessica Bueno, y el bebé de Cabecita (se embarazó siendo menor de edad)frente a Alberto Isla. Además continuará el pelito contra algunas productoras y cadenas de televisión, está semana comenzó contra Telecinco por la serie Mi gitana.
La cantante es apenas la sombra de lo que fue, está debilitada tanto física como anímicamente, muy pocos tienen acceso directo a ella, Isabel se encuentra en su finca Cantora, propiedad que el fallecido Francisco Rivera Paquirri, dejó de herencia a su hijo Kiko Rivera. A finales de mes saldrá al mercado su último disco, que grabó en México con Juan Gabriel.
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