Hace unos días la sociedad internacional reaccionaba estupefacta ante la información y las fotografías tomadas por la ciudadana británica Calonile Power, residente actualmente en Honduras, publicaba en su perfil de Facebook alertando de una inmensa balsa de residuos entre las islas de Roatán y Cayos Cochinos, en pleno mar del Caribe.
La «alfombra de plástico y poliestireno» que se extiende a lo largo de kilómetros en aguas hondureñas contenía «una cantidad aparentemente infinita de tenedores, cucharas, botellas y platos de plástico. Había balones de fútbol rotos, cepillos de dientes, una televisión y muchos zapatos y chanclas», describe la fotógrafa y activista medioambiental.
«Hace tiempo que conocemos el problema, pero nunca he visto una foto que ilustre cuán grave es el problema en esa área. Esta es la primera vez que una imagen ha capturado la atención del público sobre la dimensión del problema del plástico en el Mar Caribe», indicaba a ‘Global Citizen’ John Hourston, fundador de la organización ambientalista Blue Planet Society.
Y es que poco después de darse a conocer la presencia del ‘mar de plástico’, las autoridades políticas hondureñas reaccionaban a los hechos solicitando nuevamente medidas e indemnizaciones por parte de Guatemala, país que señalan como culpable por el «tema del río Monteagua». ¿Pero de verdad es la causa de la acumulación?
Si bien en materia medioambiental y de reciclaje a nivel mundial hay mucho que mejorar en todas partes, Blue Planet Society indicaba que el origen de toda la basura acumulada sí está en Guatemala, precisamente en el río Monteagua, y que han sido las fuertes lluvias registradas en las últimas semanas en Centroamérica las que han arrastrado la basura hasta el mar.
Tal y como indica el portal digital de ‘Univisión Noticias’, los guatemaltecos no gozan de un sistema formal de recolección de basura que cubra todo el territorio nacional, por lo que en muchas aldeas y cinturones urbanos, así como zonas más rurales, los desechos acaban en lugares abandonados, ríos y riberas.
Según la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras, hace tres años que se habría solicitado al Gobierno de Guatemala que se tomaran medidas en cuanto a la situación por la que pasa el caudal fronterizo del mencionado río, pidiendo «su pronta acción para remediar la situación en perjuicio de la población de distintos municipios de la costa de Honduras», entre los que además de Roatán y Utila se encuentra, entre otros, el municipio limítrofe de Omoa, recoge ‘Prensa Libre’.
Particularmente, en el mes de octubre de 2014, la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente y la Procuraduría General de Honduras documentaron la contaminación en las playas de Omoa, cuyo alcalde, Ricardo Alvarado, ha amenazado con denunciar al Estado de Guatemala por las toneladas de basura concentradas en el municipio y procedentes del citado río.
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