Pep Guardiola lo pasó mal anoche. Su mujer y sus hijas estaban en el concierto de Ariana Grande, donde dos explosiones terroristas acabaron con la vida de más de 20 personas y dejaron varios heridos.
El técnico del City atravesó momentos de tensión durante unos minutos, hasta que recibió noticias positivas acerca del estado de salud de sus familiares.
Horas después, Guardiola se ha mostrado consternado en su cuenta asociada en Twitter, donde ha publicado un mensaje enviando sus condolencias a «las familias y amigos de las víctimas».
El Manchester City, que tenía a parte de su plantilla en el lugar del atentado, se ha unido al dolor de las víctimas y ha puesto a disposición de las autoridades las instalaciones del Etihad Stadium, que ahora mismo está siendo utilizado como centro de atención a los damnificados.
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