El ex presidente argentino Carlos Menem, de 85 años, se ha tomado la revancha contra Cristina Fernández de Kirchner al dar crédito a una versión que asegura que fue la viuda de Néstor Kirchner la que mató a su marido, cansada de los presuntos maltratos físicos que recibía. Según Menem, la versión oficial del infarto fulminante que terminó con la vida de Kirchner el 27 de octubre de 2010, podría ser una falacia. La muerte del esposo quedó medio en duda, a punto tal que se está por hacer una autopsia para sabe de qué murió, ha asegurado en una entrevista con el periodista Franco Torchia, en la emisora de radio LaOnceDiez. De acuerdo con lo que uno escuchó y se informó añadió la castigaba muy feo. Y entonces (ella) lo habría matado, comentó en referencia también a insistentes rumores que durante años apuntaban a una relación violenta de la pareja que tuvo más poder que la formada por Juan Domingo Perón y Eva Duarte.
Las declaraciones del octogenario político, funcional, por temor a perder sus fueros, desde su escaño en el Senado en los doce años de Gobierno al kirchnerismo, han sacudido Argentina, donde es habitual que las muertes de hombres públicos vayan acompañadas de un manto de sospecha. Con más razón en este caso, donde el cuerpo del ex presidente se veló con el féretro cerrado y los argentinos nunca pudieron ver su rostro, oficialmente deformado por el golpe que se habría dado Kirchner contra la mesilla de noche al desplomarse a primera hora de la mañana de aquel 10 de octubre en su dormitorio de El Calafate, a pocos kilómetros del imponente Glaciar Perito Moreno, donde pasaba unos días con su esposa y sucesora en la Casa Rosada.
Arrojada la bomba mediática, Menem evitó opinar sobre si coincidía con esa teoría del asesinato o no: «Hasta que no se pruebe lo que se dice no tengo la autoridad ni el conocimiento para afirmar que a Néstor lo mató su mujer».
En la misma entrevista, el hombre que presumió de no haber perdido nunca una elección hasta que abandonó la Presidencia, describió al matrimonio Kirchner como una pareja de cínicos y aduladores de los que nunca se fió.
Néstor Kirchner alcanzó la presidencia en el 2003 con el 22% de los votos después de que Menem, que había obtenido el 24%, se retirará de la segunda vuelta.
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