No corren buenos tiempos para el fabricante estadounidense de cámaras digitales. GoPro ha anunciado unas pérdidas en el cuarto trimestre de 34,5 millones de dólares, o 25 centavos por acción, desde una ganancia de 122,3 millones del mismo período del año anterior. En el cómputo de 2015, el beneficio anual se redujo hasta los 36 millones de dólares desde los 128 millones de 2014.
Los ingresos de la compañía se situaron en los 436,6 millones de dólares, un 31% menos que en el mismo período del año anterior (633,9 millones), pero algo más que los 434,9 millones previstos en su presentación extraoficial de enero, cuando anunció que despediría al 7% de su plantilla. Se trata de la primera vez desde que debutó en bolsa que reduce sus ingresos interanuales.
Las dudas no terminan aquí: la empresa ha advertido de unas menores ventas durante este año. GoPro espera unos ingresos de entre 160 y 180 millones de dólares para el trimestre en curso, muy por debajo de las expectativas que barajaban alrededor de 298 millones de dólares. Para el conjunto de 2016, la compañía espera unos ingresos que oscilen entre 1.400 y 1.500 millones de dólares, lo que indica que las ventas caerán con respecto a 2015.
Estas cifras cayeron como un jarro de agua fría sobre las acciones de la compañía que llegaron a desplomarse más de un 19% tras haber permanecido suspendidas durante 25 minutos. En lo que va de año, sus títulos se dejan un 40,5%, mientras que en los últimos 12 meses el desplome alcanza casi el 80%.
Tras estos descensos, la capitalización bursátil de la compañía se sitúa aproximadamente los 1.480 millones de dólares, lo que aviva la posibilidad de una posible oferta de compra. De hecho, no es la primera vez que se rumorea el interés de algunas compañías como Apple.
Tras la presentación de resultados, GoPro anunció la marcha de Jack Lazar, que hasta ahora era el director financiero de la firma. Le sustituirá Brian McGee, quien se unió a GoPro en 2015 después de trabajar en el Qualcomm.
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