La economía de Brasil se contrajo un 0.6% en el segundo trimestre, posición que
pone en aprietos a la presidenta Dilma Rousseff que aspira a ser reelegida en las elecciones del 5 de octubre, se abstuvo de referirse a la llamada recesión técnica y atribuyó el resultado del segundo trimestre a los numerosas festivos concedidos durante el Mundial de fútbol organizado por ese país y que paralizaron las fábricas.
«Creo que ese resultado es algo momentáneo. Es algo de ese trimestre. Creo que en el segundo semestre tendremos una gran recuperación», ha afirmado la mandataria en declaraciones a periodistas.
Rousseff lidera las encuestas de intención de voto para las elecciones presidenciales, pero los sondeos indican que el pleito tendrá que ser disputado en una segunda vuelta, en la que sería derrotada por la ecologista Marina Silva.
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