Conmoción y protesta en la capital paquistaní tras el macabro caso de la joven paquistaní Farzana Parveen
asesinada el martes por los varones de su familia frente al Tribunal Supremo de Lahore. El esposo de la infortunada, Mahommad Iqbal declaro ayer a France Presse que había estrangulado a su primera esposa hace seis años para casarse con Farzana. El asesinato fue denunciado por el hijo y Mohammad fue detenido, durante el proceso padre e hijo se pusieron de acuerdo en una ‘diya’ o ‘precio de sangre’ (procedimiento utilizado en Pakistán para eludir la Justicia ante los llamados ‘crímenes de honor’ el asesino paga a la familia de víctima y es sobreseído inmediatamente) y finalmente el asesino fue puesto el libertad.
Mohammad agricultor de 45 años no se pudo poner acuerdo con la familia de Farzana en torno al dinero de la dote para casarse con ella y la joven decidió irse con él por amor. La familia de está decidió utilizar el recurso que establece la Sharía (ley islámica) para limpiar el honor mancillado por adulterio.
Lo joven embarazada de varios meses fue lapidada ante la pasividad de los policías por el padre, los dos hermanos y un primo, cuando acudió al máximo tribunal de Lahore para defender su matrimonio. Solo el padre está detenido por este asesinato.
El asesinato de Farzana en el centro de ciudad paquistaní y ante la mirada de justicia y la policía ha enfurecido a los sectores cultos de Pakistán, organizaciones de derechos humanos y algunas cancillerías occidentales. Tanto así que el primer ministro de Pakistán Nawaz Sharif calificó ayer el crimen ‘completamente inaceptable y solicitó ‘medidas urgentes’ para procesar a los culpables.
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